Un dia Hernández y Fernández, unos de los agentes de la Interpol van a casa de Tintín y le explican un fenomeno muy extraño: tres exploradores han sido sumidos en sueño letárgico, y encuentran unos cristalitos rotos en cada lugar de las escenas del crimen. Hernández telefonea al laboratorio de la Interpol para saber el resultado de los análisis de los cristales. Resulta que son de unas ampollitas esféricas que probablemente contuvieran el producto que sumió a las víctimas en ese sueño. A partir de ahí intentan averiguar quién ha dormido a esas personas y por qué. El culpable es un personaje sorprendente, que tendréis que descubrir si leéis este libro. Se lanzan muchas más bolas a otras personas en el libro. El asunto de este libro es un misterio muy complicado que continúa en el libro de Tintín "El templo del sol", que todavía no lo tengo, pero estoy deseando leerlo porque esta aventura me parece muy interesante... ¡A ver qué ocurre!
